Mire a aqui la Conferencia General de la Iglesia en directo desde Lago Salado, Utah.
Hoy es una fecha especial, pues hoy 06 de abril, se conmemora el 184 aniversario de la Restauración de la Iglesia.
Un espacio para la reflexion a traves de historias o pensamientos motivadores. Mantener nuestra alma sencible a las impresiones del espiritu es muy importante. Si tienes historias o pensamientos para compartir, envialo para publicarlo.
Cierta vez una caminante cayó en un pozo profundo. Varias personas que pasaron por ahí lo vieron en vano luchando por salir del pozo.
El racionalista le dijo: Es lógico pensar que alquien iba a caer en ese pozo
El amigo de lo bello le dijo: ¿Puedo ayudarte a decorar el pozo?
El ingeniero le dijo: Ayúdame a medir la profundidad del pozo.
El contable le dijo: ¿Pagas impuestos por estar en ese pozo?
El crítico le dijo: Me parece que solamente la gente mala caen en un pozo.
El optimista le dijo: ¡Alégrate! La vida te pudo haber tratado peor.
El médico le dijo: ¿Te lastimaste al caer en el pozo?
El periodista le dijo: ¿Y cómo es que caíste en el pozo?
El político dijo: Si me elijes, yo haré una ley para que tapen los pozos.
El deportista dijo: ¡Salta, salta! A lo mejor sales del pozo.
El agente de seguros dijo: Te vendo un seguro contra caídas de pozo.
Pasaba Jesús y al ver al hombre, se inclinó, lo tomó de la mano y lo sacó del pozo miserable.
Cual de todos eres tu?
Le alcanzo un cartón plastificado y le dijo: yo soy Willy, su chofer. Mientras pongo su maleta en el portaequipaje me gustaría que lea mi Misión.
Después de sentarse, Rodrigo leyó la tarjeta: Misión de Willy: “Hacer llegar a mis clientes a su destino final de la manera mas rápida, segura y económica posible brindándole un ambiente amigable” Rodrigo quedo impactado. Especialmente cuando se dio cuenta que el interior del taxi estaba igual que el exterior, ¡¡limpio sin una mancha!!
Mientras se acomodaba detrás del volante Willy le dijo, “Le gustaría un café? Tengo unos termos con café regular y descafeinado” . Rodrigo bromeando le dijo: “No, preferiría un refresco” Willy sonrío y dijo: “No hay problema tengo un hielera con refresco de Cola regular y dietética, agua y jugo de naranja”. Casi tartamudeando Rodrigo le dijo: “Tomare la Cola dietética”
Pasándole su bebida, Willy le dijo, “Si desea usted algo para leer, tengo el Reforma, Esto, Novedades y Selecciones…”
Al comenzar el viaje, Willy le paso a Rodrigo otro cartón plastificado, “Estas son las estaciones de radio que tengo y la lista de canciones que tocan, si quiere escuchar la radio”
Y como si esto no fuera demasiado, Willy le dijo que tenia el aire acondicionado prendido y preguntó si la temperatura estaba bien para él. Luego le avisó cual seria la mejor ruta a su destino a esta hora del día. También le hizo conocer que estaría contento de conversar con él o, si prefería lo dejaría solo en sus meditaciones. ...
“Dime Willy, -le pregunto asombrado Rodrigo- siempre has atendido a tus clientes así?”
Willy sonrió a través del espejo retrovisor. “No, no siempre. De hecho solamente los dos últimos dos años. Mis primero cinco años manejando los gaste la mayor parte del tiempo quejándome igual que el resto de los taxistas. Un día escuche en la radio acerca del Dr. Dyer un “Gurú” del desarrollo personal. El acababa de escribir un libro llamado “Tú lo obtendrás cuando creas en ello”. Dyer decía que si tu te levantas en la mañana esperando tener un mal día, seguro que lo tendrás, muy rara vez no se te cumplirá. El decía: Deja de quejarte. Se diferente de tu competencia. No seas un pato. Se un águila. Los patos solo hacen ruido y se quejan, las águilas se elevan por encima del grupo”.
“Esto me llego aquí, en medio de los ojos”, dijo Willy. “Dyer estaba realmente hablando de mi. Yo estaba todo el tiempo haciendo ruido y quejándome, entonces decidí cambiar mi actitud y ser un águila. Mire alrededor a los otros taxis y sus chóferes… los taxis estaban sucios, los chóferes no eran amigables y los clientes no estaban contentos. Entonces decidí hacer algunos cambios. Uno a la vez. Cuando mis clientes respondieron bien, hice más cambios”.
“Se nota que los cambios te han pagado”, le dijo Rodrigo.
“Si, seguro que si”, le dijo Willy. “Mi primer año de águila duplique mis ingresos con respecto al año anterior. Este año posiblemente lo cuadruplique. Usted tuvo suerte de tomar mi taxi hoy. Usualmente ya no estoy en la parada de taxis. Mis clientes hacen reservación a través de mi celular o dejan mensajes en mi contestador. Si yo no puedo servirlos consigo un amigo taxista águila confiable para que haga el servicio”.
Willy era fenomenal. Estaba haciendo el servicio de una limusina en un taxi normal.
Posiblemente haya contado esta historia a mas de cincuenta taxistas, y solamente dos tomaron la idea y la desarrollaron. Cuando voy a sus ciudades, los llamo a ellos. El resto de los taxistas hacen bulla como los patos y me cuentan todas las razones por las que no pueden hacer nada de lo que les sugería.
Willy el taxista, tomo una diferente alternativa:
El decidió dejar de hacer ruido y quejarse como los patos y volar por encima del grupo como las águilas.
No importa si trabajas en una oficina, en mantenimiento, eres maestro, Un servidor publico,"politico" ,ejecutivo, empleado o profesionista, ¿Cómo te comportas? ¿Te dedicas a hacer ruido y a quejarte? ¿Te estás elevando por encima de los otros?
Recuerda: ES TU DECISIÓN Y CADA VEZ TIENES MENOS TIEMPO PARA TOMARLA
Un pato dispuesto a ser aguila...
Foto: Internet
Felipe por sus obvias manifestaciones, características faciales y lento responder manifestaban que padecía del síndrome de down.
Un domingo de pascua después de la clase dominical la maestra los reunió a su lado y les dio huevecitos plástico de los que se abren por el medio con dulces adentro, pero les dijo que tenían que encontrar por ellos mismo algo que "simbolizara nueva vida" como recordatorio de la pascua y resurrección de Jesús y lo pusieran dentro del huevecito vacío y lo trajeran el próximo domingo.
Llego el domingo y todos los niños pusieron los huevecitos encima de la mesa, la maestra empezó a abrirlos uno por uno. En un huevo había una flor, “aaah”, ‘oooh” decían los niños al ver el símbolo de nueva vida, en otro huevo había una mariposa “que bella decían las niñas”, en otro huevo había pasto verde que representaba la vida. Luego la maestra abrió el ultimo huevecito el cual todos sabían que le pertenecían a Felipe, pero este estaba vacío; todos se rieron de él, pero Felipe mirando hacia arriba y casi suplicante dijo, “Pero maestra, la TUMBA ESTABA VACIA."
Toda la clase quedo en silencio, desde ese día Felipe fue parte del grupo.
La familia de Felipe sabia que el niño no viviría una larga vida, había muchas cosas mal con el pequeño cuerpecito. Ese verano le dio una infección muy fuerte y Felipe murió.
El día del funeral los niños de su clase cargaron el ataud de Felipe, y encima del mismo pusieron un huevecito de pascua con una nota que decía: “La tumba estaba vacía”.